La mente maestra detrás de la cúpula de Santa María de la Fiore

La catedral Santa María de la Fiore, situada en Italia, destaca por su enorme cúpula. Esta fue diseñada por Brunelleschi, destaca tanto ya que desafía la gravedad al estar compuesta por materiales tan pesados y ser curva. Es la representación de cómo la ingeniería bien aplicada logran cosas que puedan parecer imposibles. Detrás de esta cúpula, existen muchas preguntas por responder y varias soluciones ingeniosas para que esta escultura se llevara a cabo.

El diseño de la catedral sigue principios matemáticos inspirados en el estudio de la geometría. Su cúpula consta de 8 lados que van hacia la punta, dónde hay una linterna de mármol. Esta cúpula desafía las leyes de gravedad ya que consta de 4 millones de ladrillos y miles de toneladas. A pesar de que pareciera imposible crear algo tan enorme sin la tecnología que tenemos en la actualidad, Brunelleschi lo hizo posible a través de un patrón creado por él, llamado "a espina de pez". Este patrón hacía que la doble cúpula se mantuviera gracias al espiral que creaba, evitando así q se formaran grietas. 

La cúpula ha causado mucha intriga entre los investigadores, primeramente debido a su complejidad en la construcción sin las herramientas que tenemos hoy en día. Al contrario de la catedral Saint Denise que utilizaba una base de madera para sus arcos, esta técnica no podía ser implementada en la cúpula por lo que Brunelleschi inventó el patrón "a espina de pez". Para poder lograr que este patrón sea preciso y constante, creó un sistema de sogas. Este sistema constaba de varias sogas que permitían que se realizara correctamente el patrón de espiral, sirviendo como líneas de referencia para mantener la curvatura exacta de la doble cúpula. 

La cúpula es una gran muestra del orden e ingenio que utilizó Brunelleschi para su construcción. Brunelleschi demuestra que detrás de una intención verdadera de querer crear, no hay límite, solo hay que buscar la manera de lograrlo sin rendirse.

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